Sí, hay citas eruditas y cinéfilas, pero están dichas con naturalidad, sin presunción. Es que los personajes-actores son así, viven en ese ambiente (hipster, puede decir alguien; yo más bien lo veo hippie rezagado o post-hippie), algunos desde la cuna como Jonás Trueba, y este sí que no da el perfil hipster.
Y siempre, a pesar del verano, de la juventud, de los viajes y los amores, los protagonistas (masculinos, los femeninos es otra cosa) se mueven en un ambiente de desorientación y desconcierto, sin tomar decisiones, sin atreverse a salir de una vez de ese estado de pasmo y de melancolía en que se encuentran (en el que influye mucho el tono decaído de la música de Tulsa). Me decepcionó un poco.
La segunda vez que la vi, quizá porque no esperaba nada, me pareció una película agradable, amiga. Tanto más si se tienen treinta años. Aunque sean cuarenta. Y tantos...
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